Reducen los fondos para ensayos clínicos de VIH/sida

Por Gloria Ruiz Kuilan / gruiz@elnuevodia.com

1-03-07
El programa tiene alrededor de 200 pacientes en la Isla

En momentos en que los fondos federales para los pacientes con VIH/sida son objeto de controversia a nivel estatal y municipal, unos diez empleados del proyecto Unidad de Investigaciones Clínicas sobre Sida (ACTU, por sus siglas en inglés) fueron cesanteados o se les redujo su jornada.

El Nuevo Día obtuvo copia de al menos seis de las cartas de despido o reducción de jornada que recibieron los empleados el 20 de diciembre con efectividad a partir de enero de 2007.

La misiva explica que se consolidaron tres unidades de ensayos clínicos para el VIH/sida, lo que provoca una reducción “sustancial en los fondos solicitados”.

“Hemos recibido notificación de los Institutos de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) sobre la aprobación de la nueva unidad que se conocerá como Unidad de Ensayos Clínicos - Universidad de Puerto Rico (UPR-CTU, University of Puerto Rico - Clinical Trials Unit), indica la carta.

El Proyecto ACTU es parte de una red de centros de investigación clínica sobre el sida en diferentes universidades de Estados Unidos y de Puerto Rico. Participan en la investigación científica de nuevos tratamientos para el sida y otras enfermedades relacionadas.

El proyecto está adscrito al Departamento de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR. Al cierre de esta edición, la portavoz de prensa del recinto, Beatriz Quiñones, dijo que no pudo conseguir algún personal para explicar el impacto de las cesantías.

“Hay un receso navideño”, comentó la portavoz.

Una fuente, que optó por no identificarse, explicó que las cesantías son para los nombramientos especiales de: una recepcionista, dos enfermeras asociadas, un registrador de datos de sistemas en Línea II y una farmacéutica II. Mientras que la reducción de jornada es para: el principal investigador e infectólogo, una enfermera de investigación, la coordinadora de la entidad, una especialista en VIH, un reclutador y un enfermero investigador.

“Con el horario completo se quedó un médico, una enfermera, una registradora de datos y una farmacéutica. El posible efecto de esto es que no se pueda manejar la clínica de manera eficaz y, por ende, que colapse en algún momento”, dijo el informante.

Agregó que actualmente tienen alrededor de 200 pacientes de toda la Isla y el proyecto funciona con propuestas federales. Cuestionó por qué el gobierno estatal no destina dinero para el proyecto cuando hay grandes cantidades de dinero para legisladores y gastos de jefes de agencia.