sábado, 7 de julio de 2012
Jayson Vázquez Torres / jvazquez@primerahora.com
La prueba es sencilla. Tome una muestra de su saliva, la coloca en una solución y 20 minutos después ya tiene la respuesta.
Así de rápido usted podría saber, en la intimidad de su casa, si es positivo al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), gracias a la recién aprobada prueba OraQuick In-Home HIV, que estará disponible en las farmacias a partir de octubre.
Sin embargo, el resultado de esa prueba es mucho más complejo, por sus posibles interpretaciones, y mucho más por la reacción de quien se la hace y recibe una respuesta positiva.
Igual de importante que la prueba es el apoyo, la educación y la consejería que necesitaría una persona luego de conocer que es VIH positivo. Así lo piensa Ivette González Flores, una mujer heterosexual, madre de dos y que vive con VIH hace 20 años.
“Tan pronto me dieron mi resultado positivo, me pasaron a una educadora en salud que comenzó a hablarme lo que significaba ese resultado. Al estar embarazada, me explicó el proceso que tenía que pasar”, recordó la mujer, quien tenía 24 años en aquel momento y ocho meses de gestación.
“El apoyo al recibir un resultado positivo es vital. Por eso, no favorezco la prueba casera. Creo que si es importante hacerte la prueba, más importante es la consejería antes y después. Cuando el médico me dio el resultado, pensé que me moría y que tendría una hija con sida. No es hasta cuando entró la consejera en salud, que me calmo un poco”, recordó González, quien tuvo a su hija sana. Luego tuvo un segundo embarazo, y su hijo también nació sano.
De haber existido esta prueba hace 20 años, la mujer asegura que no se la hubiese realizado sola en su casa.
“Caigo en crisis. No sé qué hubiese hecho. Hubiese sido horrible. Si fue horrible aun sabiendo las respuestas del doctor cuando le preguntaba de la enfermedad, imagínate sola en casa, sin respuestas”, sentenció.
Sin embargo, para el portavoz de Pacientes de Sida Pro Política Sana, José Colón, la aparición de esta prueba es una maravilla.
“Aplaudo que exista esta nueva forma de saber tu estatus de seropositivo, pero recomendamos que todo el que se la haga, y que la prueba salga positiva, tiene que continuar con su médico para conocer su tratamiento”, contó Colón, que lleva también 20 años VIH positivo.
El portavoz contó que cuando recibió su resultado positivo, de inmediato, habló con un manejador de caso que le explicó lo que tenía que hacer.
“Es que lo que necesitamos es educación. Una cosa tan importante como es la prueba, si no nos educamos bien, puede haber confusión y los resultados que esperamos no serían los mismos. Al hacerse la prueba, una persona se responsabiliza, tiene el control”, aseguró.
“En el caso que una persona no esté mentalmente capacitada, personalmente, creo que no se haría la prueba”, señaló.
Colón criticó el alto costo que podría tener el kit, pero alabó el que se acorte el tiempo de conocer el resultado y comenzar el tratamiento.
En el caso del activista de derechos humanos Pedro Julio Serrano, el reducir el tiempo de espera, de dos semanas a 20 minutos, es una bendición.
“Cuando fui a hacerme la prueba, en aquel entonces se tardaba dos semanas, y esa espera es angustiosa”, recordó Serrano, quien hace 18 años conoció su diagnóstico.
“Fue fuerte (conocer el resultado), era inesperado. Fui acompañado de quien fue mi primera pareja. Ese apoyo inicial de estar conmigo fue bien importante”, explicó el activista.
La existencia de este nuevo método de detección, sin embargo, lo describió como “maravilloso, porque hay mucha gente que tiene miedo de ir a un lugar público y eso ayuda a que uno sepa y a atenderse de una manera efectiva”.