Editorial de El Nuevo Día
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22 Mayo 2010
Aunque los avances en la lucha contra el VIH/sida han sido más que notables
en Puerto Rico, persiste el desconocimiento entre sectores de la población
que pueden convertirse en blanco de un brote importante, por lo que debe
reenfocarse el mensaje.
Aunque los avances en la lucha contra el VIH/sida han sido más que notables
en Puerto Rico, persiste el desconocimiento entre sectores de la población
que pueden convertirse en blanco de un brote importante, por lo que debe
reenfocarse el mensaje. De ahí el gran valor que tiene el alerta que acaba
de lanzar el reconocido y respetado activista y coordinador de la Vigilia
Internacional del Sida en Puerto Rico, José Fernando Colón, en el sentido de
que no existe una campaña dirigida al grupo de mayores de 50 años,
particularmente para las mujeres, cuando hay razones para preocuparse por
los riesgos de salud que enfrenta ese sector.
Las más recientes estadísticas de los Centros para el Control y Prevención
de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), apuntarían a un aumento en
la incidencia de VIH en esa población.
Tabúes, prejuicios y la falta de una visión integral de las circunstancias y
necesidades de las personas que ya pasan del medio siglo de vida, son
algunas de las razones por las cuales no se considera importante alertarlas
sobre las prácticas sexuales de alto riesgo, o facilitarles ayuda para
protegerse. Según José Fernando Colón, "el síndrome del día 3", en alusión a
la fecha en que los jubilados reciben el cheque del Seguro Social, es una
realidad en muchos hogares del País. Muchos beneficiarios, en el caso de los
varones, salen de sus casas en busca de encuentros sexuales esporádicos, sin
preocuparse en lo más mínimo de protegerse. Se trata de personas que, por la
edad y la formación, ni siquiera piensan que pueden estar expuestos a
enfermedades como la Hepatitis C o el VIH. De ese modo se establece la
cadena, contagian a sus esposas o a otras parejas ocasionales, mujeres
también mayores con las que suelen alternar en diferentes lugares, como por
ejemplo los casinos.
Al día de hoy, y desde 1985, fecha en que se empezó a llevar el registro de
los casos de VIH/sida, en Puerto Rico han sido diagnosticadas 34,193
personas. De ese total, 22,298, alrededor del 65 por ciento, han muerto. El
pico más importante se produjo entre los años 1991 a 1996, especialmente
porque las pruebas de laboratorio empezaron a ser más certeras y atendían
criterios más específicos. A lo largo de este tiempo, unas 5,000 personas
mayores de 50 años han sido diagnosticadas con VIH/sida. De ellas, poco más
de la mitad ha muerto. Sin embargo, nos preguntamos, ¿cuánta gente mayor, de más de 60 y 70, está contagiada y lo ignora; y en cuántas ocasiones los
médicos omiten esas pruebas, pues consideran que, por la edad, la persona se
encuentra fuera del grupo de riesgo y las dolencias que puedan presentar se
deben a otras condiciones?
Recordemos que el gasto sanitario nos impacta a todos y que la prevención es
clave. Con las campañas dirigidas a los más jóvenes, heterosexuales u
homosexuales, y a los usuarios de drogas, se ha logrado concienciar a la
población y controlar el contagio. Pero las autoridades sanitarias
incurrirían en actitud muy negligente si se abandona a ese segmento de mayor
edad.
Hay que hablarles sin rodeos, con sensibilidad, pero con claridad suficiente
para que hombres y mujeres se cuiden, y sobre todo exijan, en el hogar como
en la calle, medidas básicas de protección.
Ni los alcances del sida se pueden subestimar ni los tabúes nos pueden
desviar del objetivo de que lleguen a todos los sectores y niveles, por
igual, las estrategias llamadas a seguir quitando terreno a este mal.
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Gracias, Thank You,
Pacientes de SIDA pro Política Sana
propoliticasana@gmail.com
"Celebrando 11 años sirviendo a la comunidad"
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